jueves, 30 de junio de 2011

La Solución del Misterio

Primera Parte.

Esta niña se desvelaba pensando, en nada más y nada menos que en la muerte. Jugaba de día, asistía a la escuela, hacía sus tareas, era tierna, buena y lista. Sin embargo, tenía serias preguntas que resolver y estas ocupaban su mente mientras parecía tomar su leche o realizar un dibujo. En realidad, meditaba acerca del temor que le provocaba cada curva del pasadizo oscuro de su casa y la sensación de tener casi todo el tiempo una mirada sobre su hombro, observando el cuaderno de su tarea, además de ella. Quizás por eso no podía ser buena en matemática, nunca podía concentrarse lo suficiente. Debía preguntarse acerca de la muerte puesto que parecían haber fantasmas a su alrededor. Apenas comprendía la muerte y debía preguntarse también acerca de la locura, porque no todos sentían lo mismo que ella. Bebía otro trago de leche.  

¿Quién podría ser su aliado y compañía?...¿a quién puede decirle que tiene miedo?, que siente que debe defenderse, su madre preocupada le preguntaría ¿pero de qué? y ella misma no sabría que contestarle, nunca ha visto algo a que tenerle miedo, pero hay algo extraño, que no se vé, que esta en alguna parte. Consigue algunos aliados: Panda, perro Wilfrido, muñeca antigua, y otros más, en fila al lado de su cama...alguna cosa podrán hacer para defenderla si algo aparece. Pero sabe que ellos no son suficientes, ya ha tenido que correr empujándolos, buscando a su madre en el cuarto de a lado, sin explicación alguna.

domingo, 12 de junio de 2011

Por las nubes...

"Se me ocurrió la idea de buscar otras tierras donde habitar. Buscaba un lugar más hermoso, más pequeño e íntimo que pueda darme en su abraso mucho más calor". 

Me fui solo unos días, con el amor de mi vida, a pasarlo bien y descansar. Para salir de Lima, hubo que atravesar su techo blandito de nubes algodonosas. Iba en el avión sintiéndome protagonista de un cuento lleno de espectativas por los sucesos futuros. Tan solo era la vista de la ventana del avión, pero espero que los pasajeros-viajeros no se hayan acostumbrado y contemplen la salida y entrada gaseosa de un mundo de posibilidades.

El cielo nunca me ha dejado de sorprender, no importa con cuántas fotos e intentado capturar sus luces, colores y densidades. Una maravilla al alcance de solo estirar el cuello, sobre todo de noche si esta despejado. Sin embargo, he comprobado repetidas veces que a la gente se le olvida. Actualmente somos una raza de cuello de rígido frente a una computadora.

Mi paseo, una maravilla de momentos felices, el Cusco está lleno de vida. Su brillo solar te deslumbra, te ciega. En las mañanas he visto como los niños ensayan bailes sincronizados en la plaza, frente a todos, felices, no necesitan muchas instrucciones de sus maestros, les brota la emoción. Los adolescentes y adultos, no se quedan atrás, sientes su fervor por las calles.  La gente humilde trabaja mucho, muchísimo. Te ofrecen lo que tienen, lo que saben hacer. Aman lo suyo. Muchos idiomas, extranjeros "que ya no desean serlo", curiosidad y movimiento. Creo que tanta energía te deja sin oxígeno. No es la altura.

Descubrí al volver, que a pesar de las maravillas vividas, me quedaría en mi hogar. Que mi búsqueda por mis verdaderos deseos se ha visto mareada muchas veces por el temor que me genera el entorno -lo he sentido en ocasiones demasiado hostil-. Pero el temor, es una bóveda de silencio -hueca- y cualquier ruidito genera un eco repetitivo que choca contra las paredes y retumba...RETUMBA....  Esta bóveda se encuentra en mi pecho.  Y es aquí donde quiero que penetre la luz. Un poco de ese brillo solar.

domingo, 5 de junio de 2011

Naranja Flama - Respuestas sobre la vida y sus rumbos.

(Gabriel se da cuenta que no deambula invisible entre los demás, su palpitar existe, porque sabe que ama y que también siente dolor. Quizás, es tan sencillo como sacudirse la nieve y seguir andando, aunque el rumbo sea incierto. En algún lugar no muy lejano, el hielo comienza a gotear).

Mi presente no es más que un tibio soplo hacia una flama de color naranja.  La fortaleza más grande no es más que una vitalidad compuesta por todos los seres con quienes se ha compartido un efímero momento de alegría, calado e indeleble, como los juegos de infancia, los cuidados de la familia, las amistades inquebrantables de la adolescencia, la compañía sincera en momentos de soledad, el amor en todas sus dimensiones,  y los instantes en donde satisfecho pagas ese tipo de deudas, esas, que uno desea pagar, esperando una oportunidad.
Y pensar que me obsesiono pensando qué lugar ocupo, qué destino encarno en este mundo. Cuando me extinga, cuando cierre los ojos, lo único que quedará en la habitación junto a mi cuerpo son las personas con quienes mi destino anudó un tejido y en su tramado no importa cuántos metas cumplí, inclusive que sueños realizé, sino a quiénes enredé a los hilos de ese gran telar e hice en ellos inolvidable el calor de una flama que fue mía, y contarán que fué de color naranja y que se extinguió con un tibio soplido.  

Para  C.J.P.B
Nunca olvidaré tu rostro lleno de paz y belleza. Nuestros recuerdos de infancia....

sábado, 23 de abril de 2011

"Me he tardado en descubrir que Gabriel no esta muerta. Pero se encuentra envuelta en una capa de muerte. Su vida late como el verdor que se encuentra dentro de una rama seca. Es, un árbol que atraviesa un largo invierno".

Hace muchos años, cuando era niña,  tenía una máquina de escribir "eléctrica" - moderna para ese entonces-  y escribía en ella sobre lo que más me importaba en ese momento y ocupaba toda mi mente. Primero, era poesía y luego historias fantásticas. Claro que quería que otros las leyeran, pero mi mayor placer era escribirlas, pensarlas, imaginarlas, verlas en mis sueños diurnos. Era como proyectar las imágenes de una película que no podía realizar en un montón de letras apresuradas para no dejar ni un chispazo sin ser escrito. - eso es, sí- chispazos de vida quedaban escritos. Gabriel fue mi primer personaje importante y el emblema de la época de los deseos, de la vida y sus misterios, de mirar al futuro y cambiar el mundo.

Sin embargo, con el tiempo, las cosas cambiaron. Mi vida esta ocupada de tediosos "tengo que ser" "debo ganar" "debo tener" y mirar el futuro es una preocupación que cabalga desbocada, de la que muchas veces me siento ajena, mirando de costado como ese caballo furioso corre hacia adelante pero no esta seguro de tener rumbo. 

Intento volver allí donde mi mente, mi cuerpo, mi alma, mis energías y todo lo que componga mi ser quiera estar genuinamente. Como cuando las teclas de mi máquina de escribir saltaban hasta la madrugada e insomne no podía esperar a ver el resultado. Necesito un cambio. Volver a sentir anhelo por ver el producto de mi esfuerzo -porque lo deseo- y no porque tiene que ser. A la búsqueda entonces.